Cuando se trata de diagnosticar alergias, comenzamos por hacer pruebas para las alergias más comunes. Si estos resultados no son concluyentes, utilizaremos nuestros conocimientos para centrarnos en un conjunto específico de posibilidades. Estas posibilidades pueden incluir a los principales alérgenos con los que estarías familiarizado tales como el gluten, pescado y crustáceos, huevos, nueces, sésamo, y algunos desencadenantes de los que nunca sospecharías. Estamos bien equipados para realizar pruebas tanto a niños como a adultos.
Cuando acudes a nosotros con una preocupación relacionada con la alergia, concertaremos una consulta inicial con uno de nuestros terapeutas para debatir sobre tus síntomas y decidir cuál es el mejor curso de acción. Para comenzar, realizamos tradicionalmente una prueba cutánea. Éste es un procedimiento sencillo que involucra la aplicación tópica del alérgeno a la piel. Si los resultados no son concluyentes, tienes la posibilidad de requerir pruebas adicionales, aunque puedes estar seguro de que nuestros expertos te guiarán durante todo el proceso.
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